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sábado, 17 de septiembre de 2011

Mudanza de costumbres

Todo se muda, resurge  y renueva,
rosados  labios de Primavera trastocan la nieve en rocío,
se cumplen los ciclos, el sol da tibieza,
la palidez  mira envidiosa el verde renacido.

De las esferas ocultas entre restos de hoja muerta,
brota la simiente colorida del Junco, el Tulipán y el Nardo,
entre amarillos de muerte; asoma  verde  belleza,
punzones esmeralda que trinchan suaves mantos.

Rebrotan de sarmientos, secos antes de vida,
botones de rosa, húmedos,  como virginales labios,
muestran sedosos ,multicolor pétalo y aroma,
besan los tibios rayos del sol, en el ocaso.

Vientres hinchados de vida, promesas que anidan,
en espirales de amor, bailan etéreos los pájaros,
amorosos cortejos, liberados de espinas,
tornasoles que giran, besando los  vientos.

El sol se hace jirones tras grises cortinas,
se transforma  en mi  tierra, en vientre fértil ,el barro.
Primores y frutos de verano, florido el árbol anuncia,
mientras la nieve alimenta el dulzor de mis  lagos.

Arriba, en el volcán, el hielo en agua agoniza,
se asoma en el cráter, orgullosa, carmín corona de fuego.
En la ciudad las miradas de la gente, se suavizan;
se ha ido la oscura y ruda sombra del invierno.

Ahora, soledades buscan cómplice sonrisa,
el huraño y triste mirar, se torna brillo encantado,
la mano viril busca suave compañía.
¡Afila  sus dardos, Cupido enamorado!

Solitaria y ausente, mis ojos ,los tuyos no  olvidan,
mi Lirio silvestre, mi luz, mi lejano tesoro,
eres  recuerdo feliz y refugio, promesa de mejores días.
¡Todo para mi renace con tu diario, “te quiero”!

Andrea  Sierpe