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martes, 28 de junio de 2011

¿Quién le teme al Lobo bobo?

¿Quién le teme al Lobo?
Aquel que a las pequeñas acecha,
que se  esconde tras cara de bobo,
para no levantar sospechas.

¿Quién le teme al Lobo?
Que de inocencia se aprovecha,
que le gusta embeberse  con el lodo,
que de a tres sus basuras generan.

¿Quién le teme al Lobo?
Que los dones de la vida desprecia,
que prefiere dejarlo todo,
para cometer sus vilezas.

¿Quién ataca al Lobo?
Le corta rabo y orejas,
 lo expone al desprecio,
al deshonor y la vergüenza.

¿Quién se atreve?  ¡Recio puño!
A romperle cínica  cara,
Quebrar  de a uno sus  huesos,
vengando  hijas y hermanas.

¡Padre, madre, maestro!
¡Ahí tienen alimaña!
Pérfido animal rastrero,
que no respeta infantil falda.

En este país amamos,
limpia agua,  fecunda  tierra,
pero despreciamos el  barro
en que este animal se revuelca. 

Padres, guarden sus retoños,
vigilen sus pasos de cerca,
que  está el Lobo espiando,
 hambriento de  inocencia.

¿Quién le teme al bobo
qué  persigue incauta  presa?
Que cuando se sepa todo,
terminará tras las rejas.

¡Vete, huye…tienes tiempo!
Tus pasos siguen de cerca,
ya te tienen cercado,
pronto rodará tu cabeza.

Exhibirla para público escarnio,
sobre tus despojos…, fiesta.
¡A ver…a ver…quién tiene miedo!
¡El Lobo bobo o Némesis  justiciera!

Andrea  Sierpe

lunes, 27 de junio de 2011

We   Xipantu


Nueva salida del sol, We Xipantu,
herri aintzina, kimn wangelen,
üñëm, kullin,chalwa, fuchen,
mamill, kura kai pewen.


Pire Maru zure lurraldea da,  
Nag Mapu su tierra
habitada
Wenu Mapu len, sus seres mitológicos
Colo Colo, Piuchén, Sumpall...ta abar,                                              
Epunamun, ñi wirin kelü,
ta bihotz bat-batera para no
olvidar sus ancestros, su cultura,
su folklore, mapudëngun y la
esencia de su propio ser.


Mapuches, Huilliches, Pehuenches y Picunches,
Elmapu los creó después del diluvio Tenten Vilu,
Cai-Cai y Ten- Ten borroka ta gero,
kai kiñepële ranguiñ, Hark utzi zituen.


Bere lurra maittia de flora y fauna se pobló:
pewen, coigue, luma, lingue, quique,  
peuco, canquén, chucao, choroy, chingue, pudue,
coipo,                                                                                      
chilla kai culpeo, eguzkia jaio ikusi zituzten.


Villarrica, Caburga, Cautín, Quepe, Bío Bío kai Toltén,
su dios supremo, Ngenechén,
ikaraskuntza, el cultrún; su lengua, el mapudëngún,
bere zerua Ankawenu y su color el azúl Kallfü.


Machi les protege, Karamuko ospatzeko,
sus almas Am viajan a Ngill Chenmaiwe,
para convertirse en Alwe y contemplar
al dios eterno, el que todo les dio.


We Xipantu, día de un nuevo amanecer,
kendu Miñche, ahaztu Wekufe,
ekairguzu Pillán y Wangulén;
todo lo hemos narrado con el
nütram y el epew.


Gure karü, libreak bizi nahi dugu,
que la kurü nos fertilice bien,
pakean beste herri batekin.
amantes de nuestras costumbres,
respetuosos con otros  pueblos,
pero respetados, también.


We Xipantu, la tierra vuelve a nacer.


Gonzalo  Otamendi




Nunca  más  sin  ti…

Sentirme alejada de tu vida,
es una carga que llevar no puedo,
se derrumba, por tu ausencia, mi poesía,
al sentir  de tus manos el desapego.

Se me pierde tu voz, un solo día,
y  mi vida es un terrenal infierno,
cual  amapola  en  carne herida,
se deshoja mi corazón sin tu  “te quiero”.

Querer el olvido forzar, dormida,
desgarrada  mi alma sin tu nocturno beso,
consolar el sueño sin tu despedida,
es morir en vida con  labios sedientos.

Ni sol ni luna consuelan mis versos,
quebrados mis ojos en  lágrimas,
se me rompe de angustia el pecho,
el saber que mi ira, dolor te causa.

Me siento aterida,  muerta por dentro,
si me falta tu luz , tus ojos, tu risa,
mi vida es reflejo de tus poemas,
sin tus versos…, estoy vacía.

Estamos unidos más allá del tiempo,
 respiro en  el fulgor de tu mirada,
luchar contra el destino no podemos,
de lo ya escrito, nadie escapa.

Al  fluir de mi sino, dichosa me entrego,
quiero ser por siempre tu amada,
no lucho más…,eres mi dueño,
guardo mi coraza, envaino  mi espada.

Quito de mí  la dureza del hierro,
aquieto tormentas, mis aguas se amansan,
mi noble y amante caballero,
eres la mitad de la vida que me falta.

Estamos unidos en  pensamiento,
sentimientos  en eterna  llama,
 abrasados en dulce fuego,
ternura y pasión que no se acaba.

Todo  lo pasado , cenizas al viento,
sólo me importas tú y el mañana,
estar unidos, juntos de  nuevo,
amanecer en tus brazos, calma.

Trepa mi rojo copihue  enamorado,
se  enreda  en tus arreboles de Sopelana.
¡Una sola piel, un solo cuerpo!
¡Unidos tu mar y mi montaña!

Andrea  Sierpe

sábado, 25 de junio de 2011

El  fin  de  mis  versos…

Abrir las manos…soltar amarras,
se cumple el mal deseo  en silencio,
cerrar los ojos, no decir palabra,
sentir que de nada se es dueño.

Se han roto las esperanzas,
de tanto amar, se han muerto,
disimular en mis ojos, las lágrimas,
ahogar  del alma ,desgarrado lamento.

Ilusiones rotas, al final…nada,
en mi mano triste, un puñado de versos,
cierro en mi corazón, puertas y ventanas,
y guardo la llave de mi jardín secreto.

No quiero ver ni el sol de la mañana,
oscuridad ,sólo quiero tu beso,
mi niebla, en mi huerto, se guarda,
junto a mi rosa desconsolada.

No seguirá mi alma  tus pasos,
de tanto vagar está cansada,
de  no poder gritar al viento,
lo mucho que te amaba.

Conserva tu gente, tu mundo,
me queda claro que de él me apartas,
no tengo voz ni derecho,
mis palabras heridas rechazas.

Doy sin rencor ,un paso al costado,
vive como mejor te plazca,
para expresar lo que siento,
no soy nadie, no soy nada.

Soy  lejano y mortecino  lamento,
que te molesta, te entrampa,
escribe de libertad tus versos,
los míos ahora se callan.

¡Doloroso verano, cruel invierno!
Que no me doblegan ni me matan,
mi alma puede más, se ha vuelto de hierro,
no más pluma, más espada.

Sacaré  mi vida de este encierro,
paso calmo, atenta la mirada,
no más confianza y ojos ciegos,
 todo dolor deja  enseñanza.

Aprender, de muchas cosas, debo,
tengo edad, mas no la experiencia,
se torna la oveja en  lobo hambriento,
no quiero del amor las migajas.

Merezco ser amada por completo,
quien ama a otro de verdad,
acepta sus  virtudes y defectos,
 entre mimos suaviza tempestad.

Disfrutaré de mi soledad,
de mi mundo y de mi tiempo,
algún día llegará,
el verdadero amor que espero.

Andrea  Sierpe

viernes, 24 de junio de 2011

Cuidado…

Los límites en la vida son marcados,
con  frágiles márgenes de tiza,
 fronteras de privados territorios,
donde se debe pensar lo que se opina,
da tiempo a reflexión, el comentario escrito,
el decir , por lo efímero, se olvida,
pero lo que yo considero mis terrenos,
nadie impunemente  los pisa,
no he nacido en tierra de abanicos,
de lisonja, caravana,  tacón y galantería,
no sé mandar indirectas a lo lejos,
y en el papel  escrito, no todo se autoriza,
yo acostumbro  a mirar al otro a los ojos,
antes de dar las estocadas precisas,
del combate ,aquí no  nos escondemos,
tenemos  ganada libertad por valentía,
la hemos ganado  a sangre y a fuego,
no le damos a nadie la espalda,
a mordisco de rata no tememos,
mi tierra es ruda, pero educada,
pero de la educación, no abusemos,
no escatimaré bofetadas,
que acallen  a arañas  de mal consejo,
si te gusta vivir enajenada,
dónde todo es más fácil y risueño,
vive pues tu vida como quieras,
pero no te metas en lo ajeno,
si estás con la vida amargada,
llévate contigo tu veneno,
y agradece que mi mano está lejana,
sino, ya te tendría por el cuello.
¡No te metas conmigo intrusa,
he aniquilado por menos!
Por ahora no ensucio mi espada,
por ser el rival muy pequeño.
Lo que hay que de lejos aguantar,
envidia de mujer, rosa sin pétalos,
vino agrio de triste lagar,
labios vacíos de amante beso.
Deja a quienes se aman en paz,
ordena tu vida, acomoda tu pelo,
lo que tanto ansías te llegará,
el día que endulces tu verbo.


Andrea  Sierpe


jueves, 23 de junio de 2011

Toma  mi  mano  amor…

Toma la  mano que desnuda te ofrezco,
camina a mi lado por esta senda,
cierra confiado tus ojos luminosos,
sígueme los pasos, no temas.
Escucha el trinar de los pájaros,
y el rumor de cascadas eternas,
siente el rocío acariciar  tu rostro,
y el aroma del canelo y la tierra,
adivina el color del notro,
y del ulmo en flor, la belleza,
escucharás el canto antiguo,
de la raza del sur heredera,
tu alma puede entenderlo,
habla  de ancestrales guerras,
de pueblo fuerte y orgulloso,
que no conoce de  fronteras.
Raudo y atento vuela el cóndor,
entre nevadas cordilleras,
si estás al silencio atento,
oirás al puma marcar su huella,
entre el repicar del carpintero.
horadando paciente la madera.
No hay guijarros en el camino,
 sólo alfombra de hojas tiernas,
no hay alimañas ni  venenos,
mi tierra te abraza, no te lastima,
te acaricia con verdes  labios,
confía en mis manos, mi vida,
mi tierra es pura, libre para amarnos,
estamos donde nadie nos mira,
sólo volcán y lago por testigos,
de lecho tenemos fresca hierba,
y  de cortinajes, copihues rojos
que de raulíes se descuelgan,
es quillay salvaje mi corazón,
que amarte quiere en mi selva.
¡Abre ahora  tus ojos mi amor!
¡Y abrázame con fuerza!
Bésame  bajo celeste  cielo,
hasta que  nos cubran las estrellas,
 cómplice y tierno es el  silencio,
del bosque, que de noche se sosiega,
destellos  de luna en nuestro refugio,
con dulce amasijo de luciérnagas,
encendido  amor consumado ,
bordado tu nombre en mi niebla.
¡El sol nos alcanza en amante  sueño!      
¡Mi  jardín secreto te ha abierto sus puertas!

Andrea  Sierpe

lunes, 20 de junio de 2011

Despertar  contigo…

Tibieza de blanca sábana , fría alborada,
tu cuerpo unido al mío, reposa a mi lado,
juego con mis dedos, recorro tu nuca,
mis labios en tu espalda, despertar soñado,
mis piernas ansiosas, se entrelazan a las tuyas,
el sol de esta mañana me  incita al pecado,
busco tu boca , te devora mi mirada,
ruedo sobre ti, de almohada tu pecho,
te recorro a besos, de deseo agitada,
tus ojos se reflejan brillantes en los míos,
ahogado suspiro, carne enamorada,
tus manos, como palomas, en mis senos,
las  mías, a tu cintura de hombre aferradas,
buscando  atraer hacia mí tu infierno,
mi rosa es tuya, está entregada,
quiero que me inunde  la savia de tu cuerpo,
lléname , mi amor de  tu espuma blanca,
hazme parte de ti, mi vida, te deseo,
poséeme,  con la fuerza incontenible de las olas,
quiero tu pasión con desenfreno,
soy tuya, de noche a madrugada,
el ahora es nuestro, el mañana no sabemos,
trenza de antiguo  amor, que nada  desata,
sensuales caricias en prohibidos rincones,
historia  de amor, por siglos contenida,
consumidos  ambos en el mismo fuego,
sin parar nuestros cuerpos danzan,
tus manos cogiendo mis cabellos,
fuertes…, tibias…,amadas,
las mías en tu rostro, cubriéndote de besos,
al ritmo profundo  de nuestra locura,
mi lengua furiosa , robándote el aliento,
bañados en sudor, nuestros cuerpos brillan,
lujuriosos, perdidos  al borde del abismo,
no queremos caer, la piel nos sujeta,
mantener como sea el placer del momento,
no querer  separarnos, no querer parar,
mi amado, mi amante, mi vino nuevo,
mis ojos del norte, luz  de mi vida,
enredada a ti ,dulcemente estoy muriendo.
Verano de tu  norte en nuestra cama,
afuera, en mi  sur,  tibio sol de invierno.
¡Arrebatados en un  abrazo que no termina!
¡Juntos de la mano alcanzando el cielo!

Andrea  Sierpe