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sábado, 26 de marzo de 2011

El mendigo

Entre verdores mustios y fétidos
Siento  desde el hedor un grito
Una monedita patrona!
Lo que sea su cariño!
Mi mirada cansada  de colores de  feria
se hiere con el gris de su vestido,
el rostro curtido, la mano agrietada
vestigios de los soles y los fríos
Lo que sea su voluntad señora!
Me imploran sus  ojos sin brillo
una boca desdentada
me regala una mueca de niño
¿Qué historias encierra tu alma?
¿Qué tierras cubren tus vestidos?
Una moneda señora, no he comido!
Una moneda sólo le pido!
El pelo cano, el gorro raído
la mano temblorosa por el vino.
Escarbo en mis bolsillos pensativa,
mezcladas  rabia, tristeza ,hastío.
Sólo una moneda para mí,
otro sorbo para el dolor del desvalido
Dios se lo pague patroncita!
Me grita en  su locura agradecido,
me alejo pensando en el Dios
que en el templo muestra el corazón herido
y ruego que ahora Él esté
en el fondo de ese trago de vino,
le vea el rostro a este hombre
y lo abrigue esta noche del frío,
le inunde el sueño con recuerdos
de los pocos felices que ha tenido,
 lo reciba cuando llegue su hora
sonriendo a  su espíritu limpio
la mesa dispuesta, radiante el vestido,
curadas las heridas y abierto el Paraíso.


Andrea  Sierpe

1 comentario:

  1. Hoy fui de compras a la Feria Pinto de Temuco y me pasó lo que cuento en este intento de poema, la desigualdad social en Chile no tiene nombre...y nadie dice o hace nada. Me quedó grabada la cara de este hombre y le compuse estos versos de los cuales nunca se enterará.

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