Recuerdos junto al mar…
En atardecer de verano y playa solitaria
te sentaste junto a mí, tímidamente,
y en silencio, viendo un tibio sol perderse
me ofrendaste un cigarro y lo acepté sonriente,
me detuve curiosa ante tus ojos verdes,
me embrujó tu sonrisa, tu cuerpo adolescente.
Clásicas preguntas: tu nombre, de dónde eres,
avances típicos de un joven que quiere
compartir más que un cigarro,
cuando la noche llegue.
Me dejé llevar envuelta en tu marea
en prohibidas olas de pasión
que ahogan, perturban y enceguecen.
Estrellas cómplices nos guiñan desde el cielo
y el rumor de las aguas dicen: ¡Quiéreme!
Amor apasionado y sin culpas de un verano
caricias de espuma , pudor abandonado
historias que se juntan y que separan los años,
caminatas en la arena, tomados de la mano.
ilusión de juventud de los años enamorados,
desandar de la vida mis pasos.
¡Pasado y mañana no importan mi amor!
¡Me dices dulcemente a mi cuerpo abrazado!
Nos separan los años, nos unen las carencias,
Y el oscuro azul del mar la pálida luna refleja,
Y yo me reflejo en tus ojos, limpios de toda condena.
Lo nuestro un dulce recuerdo será
cuando nuestros cuerpos amar ya no puedan,
hoy seremos caricia, noche, mar y pasión
entrelazados cuerpos bajo las estrellas,
mañana un dulce sabor a sal
tendremos en nuestras lenguas,
caricias impregnadas en la piel,
ganadas vitalidad y experiencia.
Recordaré para siempre
tus ojos verdes y tu piel morena
se quedarán en mí, tus besos y tus promesas
y el deseo de que en algún verano, frente al mar,
en un tibio atardecer… a mi vida vuelvas.
Andrea Sierpe
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