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domingo, 1 de mayo de 2011

Déjame guiarte, amor…


Déjame guiarte en mis sendas,
perfumadas a copihue y canelo,
por caminos de ríos de lava
y volcanes coronados de fuego.
Arroyos de prístinas aguas,
bosques y trinares nuevos,
altivas y milenarias araucarias,
se encumbran en un nuevo cielo,
quiero que tus ojos descubran,
las maravillas de este suelo,
salvaje verde que deslumbra,
los corazones del extranjero,
tierra fértil e indómita,
paisajes llenos de ensueño,
Acompañarán tus pisadas
cascadas de poderoso trueno,
entre cúspides siempre blancas,
majestuosos y azules lagos,
se asoman en sus quebradas.
Encierran leyendas y misterios,
de milenarias culturas heredadas,
lagunas y bosques milenarios,
entre el canto de aguas claras.
Altivo y acogedor el nativo,
de piedra y madera su casa,
en mantel de casa servido,
tendrás exquisitas viandas.
Te mostraré muchos caminos,
donde el volcán calienta el agua,
aquí no se sabe de frío,
sus aguas aquietan el alma.
Nos amaremos junto al río,
en estrellada noche hasta el alba,
el bosque será testigo,
de dos seres que se aman.
¡Ni el Invierno, ni el crudo julio
apagará nuestra llama!
¡Los copihues serán más rojos
si bajo sus flores me amas!


Andrea Sierpe

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